Cuando conoces a un fotógrafo de retrato podemos esperar a escuchar "Crecí tomando imágenes" o "Siempre he tenido una cámara desde que era un niño", pero la divertida historia de Rey Mangouta es completamente diferente. El no nació en un ambiente artístico, probablemente nunca penso que algún día se convertiría en un fotógrafo y esto es cuando te das cuenta de que la vida está llena de sorpresas. La fotografía es algo que descubrió al azar en 2011 y ha estado aprendiendo mucho desde entonces.
Enseñando a si mismo este arte ha estado lleno de retos, nunca tuvo a alguien que le diga si lo que estaba haciendo estaba bien o mal, pero esta agradecido por todos los amigos que siempre lo han apoyado desde el primer día. Ha aprendido de sus errores y su amor obsesivo con la fotografía lo ha ayudado en momentos en que quería darse por vencido.
La fotografía le ha dado la oportunidad de conocer gente de diferentes culturas y diferentes orígenes y esto es realmente algo que agradece, se he dado cuenta de que la riqueza no es cuestión de dinero, sino de lo mucho que has visto, cuánto has escuchado y lo mucho que has aprendido. Desde el primer día que cogió una cámara ha madurado mucho y ha entrenado sus ojos hasta el punto de que ahora puede ir fácilmente de un concepto a una realidad.
Es un soñador por naturaleza, disfruta de las cosas sencillas de la vida y las personas que persiguen sus sueños son su principal fuente de inspiración. Sólo se vive una vez así que hacer sus sueños realidad sería su mejor definición de felicidad.
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